El camino de Santiago en kayak: un original peregrinaje
Puede que así de primeras te suene raro eso de hacer el camino de Santiago en kayak, básicamente porque Santiago no tiene mar. Pero dentro de un rato dejará de ser así. Es más, incluso te animarás a hacerlo. Déjame que te lo explique. Estamos en pleno año Xacobeo, una excusa más que perfecta para calzarte las botas y empezar tu camino.
A día de hoy todo está más que descubierto. Tenemos toda la información del mundo en la palma de nuestra mano y la instantaneidad de las redes sociales hace que nada sea “nuevo”. Incluso algo que a priori es tan único y tan personal como el peregrinaje xacobeo. Y por ello te vamos a proponer una forma diferente de realizar tu peregrinación: el camino de Santiago en kayak, una versión algo más activa del camino de Santiago en barco que ya se viene realizando con asiduidad durante los últimos años, como parte de la Variante Espiritual.
La propuesta de este original camino va enfocada de dos formas diferentes. Por un lado, te da la oportunidad de hacer el mismo viaje que en su día hicieron los restos del apóstol en su periplo hasta Santiago de Compostela. Y por otro te ofrece la posibilidad de disfrutar del recorrido de una forma novedosa, libre de la masificación y a otro ritmo, disfrutando del paisaje desde un punto de vista diferente.
El origen del camino de Santiago: la traslatio
El origen del camino de Santiago nos remonta al año 44 d.C., cuando los restos del apóstol llegaron a la ría de Arousa procedentes de Jaffa, en Palestina. Cuenta la leyenda que iban en una barca de piedra trasladada por sus discípulos Atanasio y Teodoro, los cuales “conducidos por un ángel y guiados por una estrella” llegaron a las costas de Galicia y remontaron el río Ulla hasta llegar a Iria Flavia, en Padrón. La barca fue amarrada a un miliario romano, conocido popularmente como Pedrón. A día de hoy se encuentra bajo el altar mayor de la iglesia de Santiago de Padrón, cosa que algunos aprovechan para reivindicar el origen del camino de Santiago.
Da así comienzo la historia de uno de los caminos de peregrinación más importantes de la cristiandad, el camino de Santiago. Su esplendor se remonta a la Edad Media, con la construcción de la catedral destinada a acoger las reliquias del apóstol. Iria Flavia fue sede episcopal hasta que esta se trasladó a Santiago de Compostela, en el siglo IX. Sin embargo, mantuvo el privilegio de ser la “segunda” de las iglesias de la sede compostelana, convirtiendo así el pueblo en un enclave histórico y cuna del xacobeo.
Muchas han sido las diferentes rutas que han ido apareciendo a lo largo de la historia: el camino francés, el portugués, el primitivo… Sin embargo, si tu intención seguir los pasos del apóstol, deberías decantarte por la Variante Espiritual. Una variante del camino portugués que en Pontevedra nos desvía hacia la costa para después remontar el río y volver a unir nuestros pasos de nuevo con la ruta portuguesa al llegar a Pontecesures. Te invitamos a vivir el inicio del fenómeno xacobeo y a disfrutar del más espiritual de los caminos que llevan a Santiago.
La Variante Espiritual en kayak
De las tres etapas que componen la Variante Espiritual, es la última, conocida como traslatio, la que podemos realizar en kayak. Está dividida en dos partes. Una primera con recorrido de 7,28 millas náuticas, o lo que es lo mismo, 13,48 km que nos lleva desde el puerto de Vilanova de Arousa hasta Bamio. Y una segunda de 8,64 millas náuticas o 15,71 km, y con un paisaje totalmente diferente pues ya estaríamos remontando el río, llegando hasta Pontecesures, donde enlazaríamos de nuevo con el Camino Portugués.
Una de las mayores curiosidades que nos ofrece este trayecto es poder ver el único via crucis marítimo-fluvial del mundo, una colección de 17 cruceiros que señalan el recorrido del apóstol. Pero los cruceiros no son lo único que llamará nuestra atención durante el recorrido, ya que nos encontraremos con atractivos de todo tipo a lo largo de nuestro camino.
Vilanova de Arousa
La villa natal del creador del esperpento, Ramón María del Valle-Inclán, será el punto de partida de nuestra particular aventura. Saldremos desde el puerto en dirección a la playa de las Sinas, donde podrás disfrutar de unas aguas cristalinas ideales para un buen chapuzón. También divisarás las primeras bateas, donde se cría el mejillón, a partir de las cuales pondremos rumbo a nuestro siguiente destino.
Vilagarcía de Arousa
Muchos son los encantos de la señorial Vilagarcía de Arousa. Sin embargo, en nuestro camino nos centraremos en los barrios marineros de Vilaxoan y Carril, destacando en este último los parques de cultivo de sus archiconocidas almejas. Y en la isla de Cortegada, perteneciente al Parque Nacional de las Illas Atlánticas y llena de curiosidades, como el bosque de laurel más grande de Europa. Un lugar que merece la pena visitar. La primera parte de nuestro recorrido terminará en la playa de Bamio, premiada con bandera azul, un buen lugar para reponer fuerzas y continuar nuestro camino.