Paco, no es un adiós, es un hasta siempre

13 abril, 2021
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Hoy nos hemos levantado con una triste noticia. Tenemos que decir adiós a nuestro querido Paco, de Cáritas Arousa. Una persona involucrada en ayudar a los demás de forma desinteresada, buscando siempre una sociedad mejor. Un hombre que, sin duda, ha dejado una huella imborrable en muchos de nosotros por su buen hacer.

Entregado en ayudar a los demás

Paco era una persona que tenía un gran impacto en las personas. Pero en su caso, por algo muy positivo. Con su entrega y dedicación, a lo largo de su vida, ha ayudado a mucha gente. Y no solo facilitándoles un plato de comida. Fue una persona que trabajó por la dignidad de las personas y por su integración en la sociedad. Y cualquiera que se haya cruzado con Paco es testigo de ello. Porque no solo trabajada en las recogidas de alimentos. Su labor llegaba mucho más allá. Ayudaba a las personas con adicciones a salir del agujero en el que se encontraban para rehacer su vida. Fomentaba la independencia de los individuos asistiendo a aquellos que lo necesitaban para encontrar trabajo. Respaldaba la integración de minorías que sufren desigualdades. Y así, podríamos estar enumerando multitud de labores que hacia por los demás y seguiríamos sin hacer justicia a todo lo que hizo por esta sociedad.

Además, contagiaba ese buen hacer y te impulsaba con su energía a cooperar con él para ayudar a los demás de forma desinteresada. En nuestra última conversación hace unos meses, nos hablaba de la importancia, hoy más que nunca por todas las consecuencias por esta situación pandémica, de ayudar a los demás. Porque mucha gente estaba teniendo problemas para sacar adelante su casa por culpa del Covid-19. Y allí estaba él, dispuesto a buscar una solución para que, quien lo necesitase, pudiese pagar la factura de la luz tras perder su negocio, o pudiesen hacer la compra dignamente en el supermercado a través de las tarjetas Cáritas…

Tu estela estará muy presente en nosotros

A Paco le encantaba visitar A Illa de Arousa. Siempre que podía, aprovechaba cualquier momento para caminar por el sendero del parque de Carreirón y disfrutar de la tranquilidad de nuestras playas. Quien diría que estas serían las últimas en ver su sonrisa. Esa que nos contagiaba cada vez que nos veíamos.

Para nosotros, hoy es un día triste, porque sabemos que se va una persona irremplazable. Y quien tuvo la fortuna de cruzarse con Paco, lo sabe. Pero al mismo tiempo, esbozamos una sonrisa pensando en todo el bien que hizo, que aprovechó su tiempo para llevar a cabo su misión más importante, ayudar a los demás. Entregó su vida al buen hacer, y eso ha creado escuela entre todos nosotros.

Queremos recordarte como la persona que eras, positiva, alegre, predispuesta, cooperadora. Hoy te decimos adiós Paco, pero estamos seguros que seguirás presente por mucho tiempo.

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